lunes, 23 de abril de 2012

LEÓN, ESTA LUZ Y GAMONEDA


Luz de felicidad y de olvido.

Luz de memoria, donde se ocultan sombras.

Rostro de luz del que espera y calla.

Luz crepúsculo de verano extendida más allá -incluso- que la noche.


Auditorio de León, Mansilla y Tuñón, arquitectos

Luz difuminada de gritos y un rojo fuerte de sangre que hasta hiere.

Luz de amanecer, de silencios y  de madrugadas.

Luz de tinieblas entre las rejas de San Marcos. Luz de alegría.

“...pero mi sueño vive debajo de tus párpados...”


Dónde los inviernos son nieve, y las noches de agosto son de manta y rebeca, vivió en mi avenida del Padre Isla el hombre que conoce el gemido de los chopos y el vuelo de los pájaros dibujando arcos ojivales y bóvedas vaídas.  Ahora habita bajo las rosas de vidrio de una catedral gótica, cerca de un barrio que le llaman húmedo. Allí escribe el poeta que lentamente sigue cantando al descender el río donde inevitablemente nos espera el ocaso. Entre ESTA LUZ. Su luz.

San Marcos de León


“Aunque quizás estamos separados por un hilo de sombra y cada uno está en su propia luz”.

Asturiano de nacimiento, leonés de adopción, Antonio Gamoneda es el poeta de la luz fría de las tierras del norte que aúnan melancolía y esperanza. Recuerdos de su niñez con añoranzas de juventud, sin perder su necesidad de libertad. Premio Cervantes, Nacional de Literatura y tantos otros, le sobra humildad y sabiduría. Le falta tiempo.


“Va a amanecer. Hay noche aún sobre tus llagas y vienen los cuchillos del día. No te desnudes en la luz, cierra los ojos.”

“Tus manos fueron suaves en las mías y yo sentí la gravedad y la luz y que vivía en mi corazón”.

MUSAC de León, Mansilla y Tuñón, arquitectos

1 comentario:

Mª Pilar dijo...

Me gusta Gamoneda y me gusta el Auditorio que han hecho en Leon.

Un beso Cris

Pili