-Vimos por fuera el edificio de la Cooperativa Agrícola Maalaistentalo que se encuentra en Turku. Fue la primera obra funcionalista importante llevada a cabo por los Aalto
(1924) y en uno de sus apartamentos, vivirán a partir de 1928. La aparente fría abstracción de la fachada esconde muchos detalles que hacen
referencia a obras de Asplund y a otros arquitectos de la época.
-Vimos el Sanatorio
Antituberculoso de Paimio, construido por los dos arquitectos en 1929, un
lugar especial. Allí nos encontramos
un gran jardín que rodea al edificio donde
uno puede vagar libremente. El sanatorio se adapta al entorno utilizando materiales clásicos del movimiento
moderno como pueden ser el hormigón
armado, el vidrio y el metal. El movimiento se expresa sobre todo en la entrada donde se combinan planos
lisos con curvos.
Una de las sorpresas que nos encontramos fue el poder acceder al Hall libremente
(tomado por rubios adolescentes, se supone que enfermos, jugando y haciendo
bulla, algunos en sillas de ruedas), sin encontrarnos ningún
personal del sanatorio. También se podía entrar en la cafetería y subir a las
plantas, aunque estaba prohibido el acceso a los núcleos de habitaciones y
consultas.
-Vimos el Restaurante
Savoy en Helisnki. Este restaurante, situado en la planta alta de
un edificio residencial, fue diseñado interiormente por Alvar junto con su esposa Aino, en colaboración con la artista
textil Dora Jungdonde y aún se conservan algunos de sus diseños
originales. Consta de dos áreas: una
interior y una terraza sobre el parque Esplanadi. Utilizaron un lenguaje elegante, minimalista y
funcional creando un ambiente chic y acogedor que recuerda
algo a Chicote de Madrid.
Esta casa es una de las más
modestas proyectadas por los arquitectos, dos años antes a la Villa Mairea,
diseñada como lugar para la vida y
para el trabajo, con materiales sencillos y de la zona.
-No vimos la biblioteca
de Viipuri de 1934, entre otras cosas, porque Viipuri pertenece a Rusia y no
llevábamos los correspondientes visados. En la sala de conferencias, los Aalto resolvieron
la acústica a base de ondulaciones en el
techo con listones de madera de pino que ayudan a la propagación del
sonido. Ellos definieron su trabajo como el resultado de una inspiración en los paisajes montañosos y acantilados de su país.
La Biblioteca fue
bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente abandonada. En
los años 90 se inició un proceso de restauración que ha reproducido con exactitud el
proyecto original.
-Vimos la tienda Artek
(Arte +Técnica) también en el centro de Helisinki, en la misma calle
Esplanadi donde está el Savoy. Esta
tienda fue fundada en 1935 por los
arquitectos, junto con sus amigos Marie
y Nisl-Gustav Hahl Gullichen como socios, y fue su trampolín de lanzamiento
al ámbito del diseño internacional. La
firma fue dirigida fundamentalmente por Aino hasta su fallecimiento,
ayudada por la diseñadora de interiores
Maija Heikinhemio.
La tienda permanece activa todavía, y vende muebles, telas
y objetos a unos precios bastante inasequibles.
- No vimos el Pabellón
de Finlandia en Nueva York de 1938,
ya que no existe más, al ser diseñado como pabellón efímero, y además no fue construido en Finlandia. Es uno de los espacios
experimentales más atractivos y espectaculares de la arquitectura moderna,
que mostró en su día ante el público internacional un camino más humano de la
arquitectura y el diseño.
Fue aclamado por el público como el interior más brillante de la exposición e hizo crecer la fama del
matrimonio Aalto en Estados Unidos.
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