Siguiendo el ejemplo de Nicolas Sarkozy, Presidente de la República francesa, he decidido sugerir a los habitantes de mi Calle de la Paz -que quieran ser ciudadanos “pacíficos”- firmen un contrato de deberes y derechos, como conocer nuestra lengua o acatar las leyes de la calle en cuestión. La iniciativa forma parte de un conjunto de medidas para “cultivar el orgullo de ser pacero, pacifista o pacífico”. Entre otras medidas, se exigirá a todos los niños que canten en las ventanas, al menos una vez al año, la canción “We are the world, we are the children...”, que la bandera multicolor ondée en los balcones y que se coloque en las paredes -ahora llenas de grafitti- un cartel con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Himno de Riego y los poemas inéditos de Jaime Gil de Biedma.
Mujeres de mi calle colocan -en su terraza- banderas alusivas
al orgullo de nuestra ciudadanía.
5 comentarios:
Que importante sería conseguir educar en cierto sentido estético y público, para hacer de nuestros barrios lugares muchísimo mas habitables, entornos festivos y nuestros, luminosos y limpios, adornados y acondicionados, en los que al sentarnos en un parque miráramos a nuestro alrededor sintiéndolo nuestro, para uso y deleite.
E invariablemente la estética, esa musa que siempre busco y muy pocas veces encuentro. Paz para ti, mi Cris.
Yo ya no vivo en la vorágine de una gran Ciudad, me vine al retiro tranquilo de unaa aldea como la llaman en Galicia, en donde las relaciones entre los vecinos, son bastante más humanas que en la Ciudad, y no estaría mal, que en los barrios, se estableciesen relaciones entre sus componentes, como si fuesen pequeños pueblos.
Cuando yo vivía en Madrid, en el barrio de Salamanca, nos conocíamos todos los de ciertas calles, incluso los quiosqueros te guardaban las revistas que te gustaban, y te saludaban con afecto, ahora me imagino que será diferente.
Habría qwue humanizar todo un poco más, sin necesidad de cantar ningún himno, pues eso podría ser origen de discrepancias, ¿No crees Cris?
Un abrazo
Pilar
Fran y tía Pili: Estaba, claro está, bromeando con lo del himno y la emulación a Sarkozy. Yo me conformo con un entorno habitable, acogedor, limpio y humanizado, algo difícil de encontrar en las grandes metrópolis modernas, donde priman los "no lugares", aquellos que no reconocemos ni sentimos como propios. En un pueblo pequeño, cerca del mar y de los míos, me gustaría vivir. Tal vez dentro de unos años... Paz también para vosotros y besos
Que bonitas esas ideas, y que bello ha de ser vivir en una aldea gallega.
Hoy con todos los adelantos es mas bello un pueblo, una aldea, que una gran ciudad.
En la que vivo, inseguridad, asesinatos, secuestros, hacen que el stress como dice Punset te haga vivir.
Saludos.
¿No habría que invitar a algún famoso para darle relumbrón al asunto?. Podrías hacer presidente honorífico a Al Pazino, usar la estética de Octavio Paz, la alegría de Paz Padilla y la belleza de Paz Vega, el talante político de Pazcual Maragall, pero a lo peor no era una buena idea. Con tanto famosete no te iban a dejar en Paz...
(Ah, se me olvidaba el himno: "A Belén paztores...")
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