martes, 26 de octubre de 2010

¿Interesa la arquitectura a los que no son arquitectos?

(En respuesta a la interesante entrada de Santiago de Molina en La Ciudad Viva)

La arquitectura es espacio construido por el ser humano, espacio que nos rodea aún sin que nos demos cuenta. Como nos rodean los árboles o el cielo. El aire o el mar.

Son paredes, tejados, ventanas, suelos, alcobas, galerías, desvanes, rincones... de las casas donde hemos nacido, donde habitamos, vivimos, envejecemos o morimos. Cuando nos llega la hora.

Es también nuestro paisaje cotidiano en la ciudad en la que nos desenvolvemos, luces y sombras que estimulan y condicionan nuestras relaciones... espacio nunca neutro, siempre preciso. Abierto o cerrado, tamizando la luz. Abriendo un hueco al horizonte, enmarcando la vida. Incitando a un encuentro, descubriendo por una rendija esa historia que aún puede comenzar.


La arquitectura envuelve, reconforta y alberga –como la primera casa, cuando niños-, es referencia a la que retornamos, lugar donde se desarrolla el día a día, edificios que admiramos y sentimos como parte de nuestra cultura, de nuestra memoria. Lugares que hacemos propios cuando visitados o aquellos que recorremos diariamente y amamos... ¡tantas cosas!

Por eso la arquitectura interesa muchísimo a los que no son arquitectos. Porque forma parte de nosotros como una segunda piel, como el olor o el sabor que hace fácil o difícil nuestra vida. Porque es olor, sabor, y... color.  Y belleza. Y también es nuestro sueño, lo que deseamos.


Tal vez el oficio de arquitecto consista tan sólo en saber interpretar los sueños de las gentes. O los nuestro propios. Porque aquel que no sueña no puede crear....

Por favor no confundir la arquitectura con especulación, dinero, normativa, papeles o mejor dicho impresos, visados y códigos técnicos, hipotecas y  "edificios estrella”. O con tanta banalidad con la que a veces se la disfraza en revistas, publicaciones de moda o dominicales al uso.

Si queremos acercar la arquitectura a la sociedad hablemos su lenguaje, mirando a los ojos a los habitantes de los lugares que construimos. No nos erijamos en sabelotodos y sepamos acercarnos al problema para dar soluciones responsables. Y a ser posible, hermosas.

3 comentarios:

Mario dijo...

Acabas de darme una magistral lección... Y esa foto le va que ni pintada (fotografiada) a tus palabras.
Tu texto,arquitectura escrita...

Voy a seguir mi peregrinar por las letras... volaré junto a esas alas de avión. También felicidades.

Mario

PASSOFINNO dijo...

Pienso que en el fondo de nosotros , todos llevamos un arquitecto .Nuestars ideas de lo que queremos marcan primero el camino , son la base para construir el sueño .
Mi respuesta a la pregunta es un contundente :¡ SÍ!

Cristina García-Rosales dijo...

Gracias a los dos. ¡Un beso!