En pleno barrio del Madrid de los Austrias -al que también llaman
La Latina (en honor de la humanista Beatriz Galindo)- y contiguo a la Plaza de
la Paja, se encuentra este pequeño jardín que, afortunadamente, no es un lugar para turistas.
Sí lo es en cambio para la contemplación. Un espacio
para sentarse en uno de sus bancos de granito y meditar, entre el olor a tierra
y a boj, y escuchar el murmullo del agua
de la fuente de piedra, rodeados de árboles.
Aunque su trazado es del siglo XVIII, la influencia árabe es
notable. Originalmente fue diseñado por Nicolás Chalmandrier en 1761, como
anejo al Palacio del Príncipe de Anglona, Francisco de Vargas, consejero de los
Reyes Católicos y de Carlos I. A principios del siglo XX ha sido rehabilitado.
Tiene tres zonas. La central, con la fuente en el medio, está
dividida en cuatro partes que separan los caminos de la zona plantada, mediante setos de boj. El solado de los caminos es de losas de piedra de
granito y ladrillos a sardinel, a la manera andaluza.
La zona que da a la calle Segovia -que se encuentra a mucho más baja-, está protegida del desnivel mediante una tapia que
acaba siendo celosía. La forma un pequeño paseo con pérgola semicircular
y una pequeña área de rosales.
Cercana a la Plaza de la Plaza, un cenador de hierro es la
tercera zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario